lunes, 19 de agosto de 2013

“SIEMPRE FUI RUDA”: ADRIANA ADRIANO


Una vez que termine sus estudios como ingeniera matemática, en la UACh, el sueño de Adriana Adriano Rodríguez, es debutar como boxeadora profesional.

Siempre fui ruda, desde niña fui ‘vaga’, me gustaba andar en los árboles, jugar con mis primos, pero fue el box, el deporte que yo he encontrado más completo, dice Adriana, la joven boxeadora de 22 años, quien recibió un reconocimiento del Alcalde Marco Adán Quezada Martínez como “personaje destacado de Villa Juárez”.

Junto con otras 17 personalidades destacadas en los campos deportivo, social y artístico de Villa Juárez, Adriana fue reconocida por su empeño, como parte del programa de Barrios Tradicionales que lleva a cabo la presidencia municipal de Chihuahua.

Antes de dedicarse de lleno al boxeo, había jugado futbol, fue parte del equipo de atletismo y de voli de la universidad, pero cuando descubrió esta disciplina ahí se quedó y la practica desde hace tres años.

Es entrenada por Arnulfo Chico Castillo, a quien admira profundamente, porque “es una persona que me ha enseñado mucho no solo como entrenador, sino como amigo y como profesor”.

Adriana forma parte de la reserva nacional de alto rendimiento de boxeo y representa a la UACh en diversos torneos nacionales. El año pasado obtuvo medalla de medalla de plata en Irapuato y en octubre se prepara para la olimpiada nacional a celebrarse  en Cancún con miras al centroamericano.

Es soltera; sus papás la apoyan, están contentos y han visto “mis ganas de salir adelante y saben que lo que me propongo, lo logro”.

La joven chihuahuense se declara admiradora de su entrenador Arnulfo Chico Castillo y también de las boxeadoras Jaquie Nava y La Guerrera.

Considera al box una disciplina ciertamente sacrificada, pero agradece el apoyo de la UACH, de quien recibe una beca para su escuela y apoyos en sus competencias, así como del Municipio.

Entrena duro: se levanta a las 5 a correr durante hora y media, entrena de 11 a 12 y en la tarde de 6 a 8 también.

Y cuando no está entrenando, Adriana sale al antro como cualquier joven y se da el gusto de comer de todo. 





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