Los incendios forestales tienen un impacto negativo sobre todos los componentes del ecosistema, tanto sobre el medio físico, como biológico y humano, por tal motivo, el diputado René Franco Ruiz presentó una iniciativa para crear la Ley de Quemas y Prevención de Incendios Forestales para el Estado.
Dicho ordenamiento tiene por objeto establecer el uso del fuego en las actividades relacionadas con la explotación de la tierra para fines agrícolas, ganaderos o de otra índole y evitar la destrucción de las masas arboladas, del renuevo de las especies forestales, de los cultivos y plantíos y de la fauna silvestre, de igual forma, promover y ordenar la participación social y la del gobierno en la prevención, detección y combate de incendios forestales estableciendo los presupuestos mínimos de protección ambiental.
Cabe mencionar que la actividad humana es causa principal de los incendios forestales, debido a quese estima que el 95% de dichos incendios, tienen al individuo y su actividad como causa de origen.
Por otro lado, la recolonización de las zonas quemadas es difícil, porque el fuego destruye los hábitats, eliminando fuentes de alimento y refugio. Por ello, la fauna que se instale en estas zonas será diferente a la que existía anteriormente, y estará integrada por especies mejor adaptadas a los ambientes abiertos y de vegetación pionera que crea el fuego.
El suelo no escapa a los daños causados. Las altas temperaturas que se generan en el interior de los incendios pueden llegar a eliminar los organismos encargados de desintegrar los materiales orgánicos, como hongos, protozoos y bacterias, comprometiendo su fertilidad y la recolonización posterior por especies vegetales.
Los incendios forestales tienen un gran impacto sobre la economía y formas de vida de la población rural que depende directamente del monte. La producción de madera sufre un duro y directo revés cuando el fuego acaba con el bosque. Además de reducir la cobertura arbórea del terreno, el incendio predispone a las masas forestales al ataque de las plagas y enfermedades, disminuyendo su valor productivo.
En México, se estima que entre el 50% y 80% de los incendios forestales tienen su origen en las quemas agrícolas que se salen de control o se hacen descuidadamente. En los últimos diez años, las pérdidas anuales van de 700 mil a un millón de hectáreas de bosques.
La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) informó que se registraron 149 incendios forestales en Chihuahua del 17 al 24 mayo del año pasado, esto significa que tan solo en 7 días se afectaron 4 mil 172 hectáreas. Los municipios con más incendios son Guadalupe y Calvo con 80, Guachochi 25, Bocoyna 20, Balleza 9, Madera 5, Guerrero 4; Ocampo, Temósachic y Guazapares con 2 cada uno; y Maguarichi con 1.
Datos del Centro Estatal de Prevención y Control de Incendios Forestales de la CONAFOR revelan que a la misma fecha del año pasado hubo mil 122 incendios, contra los 927 registrados en lo que va de la presente temporada.
En vista de la grave situación y a manera de combate y prevención, este año, el Gobierno del Estado ha destinado 16 millones de pesos para el combate de los incendios forestales, tres millones de pesos más de lo que destinó el año pasado.
Dicho ordenamiento planteado constaría de diez capítulos vertidos en 60 artículos.
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